Celebrities, políticas, revistas influyentes… en los últimos años los cosméticos del súper han ganado fama y adept@s.
¿Son realmente igual o más eficaces que los productos de farmacia?
Las marcas blancas han conquistado el mercado de los productos de belleza. Algunas cremas del Lidl o del Mercadona han recibido halagos de famosas y de la mismísima OCU (Organización de Consumidores y Usuarios). Vamos a darte varias pistas para tomar un poco de distancia con la cosmética low cost.
Que una crema facial cumpla la función que promete depende de su formulación. Un mismo principio activo puede aparecer en cosméticos del súper o de la farmacia, como por ejemplo, la Vitamina C. Ahora bien, sólo cumplirá su misión, antioxidante en este caso, en el producto cuya formulación sea la adecuada.
Hemos visto que algunos cosméticos del súper constan de los mismos activos que los de venta en farmacias y posiblemente sean más baratos. Para que realmente actúen necesitan, en primer lugar, una concentración determinada. Para detectar diferencias entre ellas, podemos fijarnos en la composición INCI detallada en el envase. Esto es, el listado obligatorio de ingredientes, en nomenclatura científica y en orden de concentración decreciente. Comprobarás que, a menudo, los cosméticos del súper contienen los activos en menor concentración ¡ya que aparecen los últimos de la lista!
En segundo lugar, los excipientes en los que se disuelven o con los que se mezclan los activos son también muy importantes. Son los encargados de transportarlos, optimizando su función. Suelen ser mejor escogidos en los productos de farmacia que en los del súper: teniendo en cuenta posibles alergias y la cosmeticidad (textura, facilidad de aplicación y absorción, olor…).
Además, los cosméticos del súper suelen llevar sustancias superfluas que los hacen más perfumados para convencerte “por los sentidos”, de manera menos racional.
Si una crema hidratante te ha causado reacción, es posible que en el supermercado no puedas devolverla ni dejar constancia para que sea estudiado, por muy bien que te atienda el/la encargad@ o un/a emplead@.
En cambio, si lo has comprado en la farmacia, sea online o presencial, ésta activará un proceso de notificación de reacción adversa al correspondiente laboratorio (cosmetovigilancia) e iniciará la atención farmacéutica adecuada.
Según la Academia Europea de Dermatología y Venereología, el 31% de los españoles tiene la piel sensible, además de las pieles rosáceas, o con problemas de acné o de atopia. Si es tu caso, el canal de venta adecuado es el farmacéutico. Las explicaciones y los consejos de un experto sanitario te garantizarán una buena elección.
Además, hay artículos de parafarmacia, como colutorios o pasta de dientes, de venta exclusiva en farmacia ya que están registrados como productos sanitarios y no cosméticos. Es el caso, de la clorhexhidina, un antibiótico de uso tópico que se utiliza en el tratamiento de las infecciones bucales.
Evidentemente las normativas europeas en cuanto a los controles de calidad de los productos de belleza son las mismas. Pero en función de la innovación que implique ese cosmético, el canal farmacéutico será más exigente que el supermercado a nivel de registros y autorizaciones, así como de avales de garantía de calidad y efectividad.
Aunque no lo creas, en la farmacia se encuentran cremas tan o más baratas que las del súper, del mismo modo que puedes encontrar cosméticos tan caros como los de gama alta vendidos en perfumería. Ahora bien, las diferencias de precios para el mismo producto entre farmacias pueden ser del 85%, así que para encontrar lo que necesitas al mejor precio, usa Plyzer.
Si quieres saber por qué existen diferencias entre farmacias, ¡te lo contamos en este post!
Seguro que habrás oído que en los cosméticos de farmacia se paga “la marca” y sus campañas de marketing y publicidad. Ciertamente, estas estrategias son importantes para los laboratorios, pero debes saber que los cosméticos del súper no están exentos de ellas. Champúes, cremas y lociones compiten en visibilidad para convencerte desde las estanterías de los pasillos. La próxima vez, comprueba cuántos envases tienen colores llamativos e incluso brillan.
Por último, ¿te has fijado dónde se sitúan los productos de cosmética y belleza, en los supermercados? El 80% de los productos van destinados a mujeres, y además son ellas quienes gestionan mayoritariamente las compras familiares. El hecho de disponer estos productos “al final” o cerca de las cajas responde a la lógica de cuidar y ocuparse de todos antes que de una misma.
Cuidarse y consumir cosméticos no debe ser nunca una imposición, sino un placer al que dedicamos tiempo y para el que decidimos con la información necesaria en mano. 🙂
Y a ti, ¿te ha sorprendido la info de este post? ¿Y el ahorro con Plyzer para tu producto favorito? ¡Déjanos un comentario!